Los zopilotes y su segunda muerte

Narra con la sencillez y claridad de un buen
maestro de pueblo, pero también reta,
experimenta con la palabra, estira el lenguaje,
lo encoje y crea un sello propio, poético y
sensible que permite vislumbrar la luz entre la
oscuridad de sus relatos. Los cuentos cortos de
este opúsculo nos hablan de días ordinarios, a
veces grises, y vidas sencillas. Los zopilotes es
punto de partida, atisbo de lo que habría de
desvelar a su autor durante el tiempo que vivió:
su preocupación por los desposeídos.”